Lãs ranas:
Un grupo de ranas viajaba por el bosque, cuando de repente dos de ellas cayeron en un pozo profundo. Las demás se reunieron alrededor del agujero y, cuando vieron lo hondo que era, le dijeron a las caídas que, para efectos prácticos, debían darse por muertas. Sin embargo, ellas seguían tratando de salir del hoyo con todas sus fuerzas. Las otras les decían que esos esfuerzos eran inútiles.
Finalmente, una de las ranas atendió a lo que las demás decían, se dio por vencida y murió. La otra continuó saltando, cada vez con más fuerza, hasta que finalmente salió del hoyo. Las otras preguntaron: "¿No escuchabas lo que te decíamos?" La ranita les explicó que era sorda, y creía que las demás la estaban animando desde el borde a esforzarse más y más para salir del hueco.
La palabra tiene poder de vida pero también de muerte.
Tengamos cuidado con las cosas que decimos y sobre todo las que escuchamos.
Seamos fuertes para alcanzar nuestras metas.
Las palabras negativas no deben estar en nuestro diccionario.
Seamos siempre positivos y conseguiremos lo que estamos buscando
martes, 24 de marzo de 2009
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